Ahí nos vemos Chaculá

Después de casi un mes y medio en Chaculá, ha llegado la hora de decir "hasta siempre", aunque espero que esa añoranza sea más bien un "ahí nos vemos". Ya se acabó la risa contagiosa de Juanita, las deliciosas cenas de Juana la comadrona, el sorprendente buen humor de Chepe Díaz, hacerle una estatua a Cobi en el Barrio 1 por dejarnos conectarnos en sus ordenadores sin costo alguno, la preocupación y crítica de Fabiana por una Guatemala mejor, la melancólica historia de Chico, la caravana de chistes y felicidad de Rocael y Marvin, la leche recién ordeñada de Lina, el corazón de pan de Chepe Ros, la iluminación nocturna de la luna sin necesidad de farolas, la tranquilidad de vivir en las profundidades de las montañas, hacer auto-stop para que una pick-up nos lleve a la frontera de Gracias a Dios ... Podría pasarme aquí un día entero escribiendo.

También cabe decir que habrá cosas que aún no habrá que extrañar, ya que quedan dos semanas de música duranguense, combis repletas (con soborno policial incluído en el viaje), viajes en autobús cual montaña rusa, el regateo como forma de supervivencia, trajes y bordados mayas, mercados polvorientos con sus ruidos matinales (bolsas por un quetzal, dos bolsas por un quetzal; atol, atol; Gringo!; saber!; Su esposo ya pagó; chuchitos, chuchitos...), aventurarnos en una parte del país que aún no hemos pisado ...

También debo decir que las experiencias a priori y a posteriori de Chaculá son muy distintas. A priori, uno viene con ganas de ayudar, diagosticar, tratar y que todo sean arco iris, florecitas y pajaritos. A posteriori, uno aprende que en una zona donde no llega el gobierno y un tiempo estimado de dos meses no es posible hacer milagros y que es mejor dejarse empapar de lleno por una sociedad, música y vida que no es la suya y posiblemente no la pueda volver a saborear. Guatemala me ha enseñado; temas que no están en los libros ni se aprenden en el instituto o en la universidad (y una vez se viene aquí, eso es más importante que aprender de medicina, ya que toda la medicina está en los libros [aunque también requiera una gran parte de práctica, pero eso es un tema a parte]). Una lección más, y a veces las lecciones de las cuales no nos examinamos son las más importantes.

También cabe decir que ciertas cosas no las echaré tanto en falta (no todo podía ser de color rosa): el estado de locura por el cual están poseídos los perros de Chaculá por las noches, que me llamen Gringo, que me hablen inglés cuando yo hablo castellano, el no caber en los autobuses (este país es una trampa para altos) ... Pero, en definitiva, pequeños detalles que no hacen que no tenga ganas de volver algún día.

Lo dicho. Ahí nos vemos Chaculá: Xela, lago Atitlán, Chichi, Río Dulce, Flores, Tikal ... me esperan.

Musuk danontzako. Unai.

NUEVOS VOLUNTARIOS

UNAI y LA MERITXELL, de medicina y ciencias ambientales respectivamente. Genge joven que se han comprometido con ellos mismos, con Milpa-Tarragona y con la sociedad a la cual van a llevar su trabajo en Guatemala. desde aqui esperamos os encontrais bien y a punto de conectar con la realidad que habeís elegido. También esperamos que nos hagaís llegar noticias, impresiones y fotografías a través de este blog, con el fin de saber algo de vosotros y que los vuestros se puedan comunicar de una manera fácil e inmediata.

un abrazo a los dos

Milpa-Tarragona